Leer gratis nunca ha sido la opción, lo gratis e incorrecto se paga en el largo plazo, lamentablemente lo pagan los autores o la maquinaria que hace posible que un libro esté en la calle y al alcance de los lectores.

Cuando se lee gratis, es como cuando en la película de Peter Pan se mencionaba la palabra “las hadas no existen”, y moría un hada. Mueren autores y los que aún no publican tampoco pueden hacerlo. No es de la nada que viven los escritores.

La protección de la propiedad intelectual existe desde siempre, pero en Internet, lo gratis, que es un subterfugio que usan las empresas para atraer a los clientes, regalando el producto de otro, ha comenzado a instalarse como norma.

Es lo que ha pasado con uno de los últimos refugios de la ilegalidad en la descarga de libros, PapuRefb2, de origen español, un sitio que alegremente mantenía la posibilidad de descargar material literario, incluso de las últimas ediciones de libros importantes.

A partir del 1 de enero, finalmente cerró las descargas. Las quejas hasta se hicieron con pancartas en el mundo real, ya quisiera saber yo, si les gustaría a cada una de esas personas que un extraño les entrara a su casa, les sacara sus bienes y decidiera usarlos gratis, con toda impunidad. Porque bajarse un libro, gratis, donde el autor no recibe nada a cambio, es exactamente eso, un robo.

Dicen que el sitio contaba con más de 20 mil libros. Los escépticos, percibimos que habrá ahora una especie de circulación invisible de todo ese material, al que los privilegiados podrán acceder, realizando ahora la acción en el anonimato, sin conciencia del derecho de los autores sobre sus trabajos.

Las sanciones por piratería que tuvo que enfrentar el sitio, por valor aproximado de 600 mil euros, ha enviado la señal de que no se puede tener impunemente lo que parecía una burla a los derechos de autor, pero seguramente no ha mellado la moral de los amigos de lo gratis, pisando los derechos de otros.

Las multas no se detendrán, están en la mira los incontables intermediarios, amigos de lo que consideran que regalar lo ajeno es un acto de justicia, porque el “conocimiento  es para todos”, como si eso justificara los delitos.

Las consecuencias de la Ley han producido un importante movimiento en Google, que a través de sitios de descarga aprovechaba para ofrecer sus contenidos en agregadores de noticias relacionadas, que ahora no acepta contenidos desde España, ya que todos estos problemas son debido a la nueva ley española que se ha puesto firme con el robo de materiales con derechos de autoría.

El servicio de Google News, ha sufrido de este modo un golpe, mínimo, seguramente, porque ya se sabe que esa empresa aprovecha mucho de los contenidos de los blogs propios para ofrecer sus noticias mediante agregadores, lo único que cambia es que ha retirado de sus contenidos, los contenidos españoles.

En el fondo, personalmente, creo que ocurrió algo de mayor gravedad, ya nos está costando que las nuevas generaciones lean, se cultiven, comprendan que leer es más que leer blogs o twitter, permitir lecturas gratuitas de todos tipo de libros, ensayos o lo que fuera, mantenía la esperanza de alimentar el hábito de leer, cómo harán ahora los estados.

Mi sugerencia es que los libros deben ser publicados por los estados, en convenios con las editoriales y ofrecer gratis el producto.

Que se cobre un impuesto al libro, que vaya para la publicación de libros, y que el producto se distribuya grátis.

En Argentina se hizo con notebooks en las escuelas, por qué no hacerlo con algo tan importante como los libros.